miércoles, 5 de febrero de 2014


AYER EN LA CLASE DE PRINCIPIANTES: HUEVOS.
Y HOY LA ESPERADA RECETA: ¡SOUFFLÉ DE ESPINACAS!


¡Hola a tod@s!

Como venimos haciendo desde hace unos meses, ayer martes continuamos con nuestras ya famosas clases para principiantes. Ayer aprendimos a cocinar de mil maneras diferentes un ingrediente tan versátil como el huevo. Parece imposible la cantidad de cosas fantásticas que se pueden hacer con ellos. 

Culturalmente, los huevos de las aves constituyen un alimento habitual en la alimentación de los humanos. Se presentan protegidos por una cáscara y son ricos en proteínas (principalmente albúmina, que es la clara o parte blanca del huevo) y lípidos. Son un alimento de fácil digestión, componente principal de múltiples platos dulces y salados, y una parte imprescindible en muchos otros debido a sus propiedades aglutinantes.

Sin embargo, a parte de saber comerlos, los huevos son muy delicados y hay que tomar algunas sencillas pero fundamentales precauciones para evitarnos disgustos. Estas son algunas de las cosas a tener en cuenta: 



Conservación y cuidado

Los huevos son la fuente más frecuente de salmonelosis, la causa suele estar en restos de excremento de gallina que puedan quedar adheridos a la cáscara, si entran en contacto con el interior y si se toman en crudo. El peor error que se puede cometer es lavar un huevo y guardarlo varios días para comerlo. Esto permite la entrada de gérmenes, que contaminarán el alimento y, posiblemente, afectarán la salud del comensal. Se deben mantener en sitios refrigerados: por regla general un huevo se estropea al mismo ritmo en un día si se coloca temperatura ambiente, que el mismo huevo colocado en refrigerador cuatro días. Los huevos pueden ser congelados durante varios meses. Existen en el mercado huevos pasteurizados. Las autoridades de cada país suelen hacer regulaciones específicas sobre el etiquetado de huevos en las cáscaras de los huevos para que el consumidor esté informado acerca del estado y origen del huevo que consume.

Precauciones al adquirirlos
No adquirir huevos que presenten grietas en sus cáscaras.Se deben adquirir en recipientes (generalmente de cartón: hueveras) aireados con sus indicaciones y etiquetas de consumo.No adquirir huevos con restos sospechosos en la cáscara.

Precauciones para su conservación
El huevo se conserva, como máximo, tres semanas en la parte menos fría del frigorífico. Se debe almacenar con la punta hacia abajo. No se deben limpiar, mucho menos con agua, deben dejarse intactos (a menos que se vayan a cocinar en el momento).Los huevos son susceptibles de tomar olores de otros alimentos: se deben proteger. Sería ideal no almacenarlos en la puerta del frigorífico: el movimiento de ésta perturba a la yema y la rompe. Su posición es en el interior. No almacenar huevos rotos más de un día.

Precauciones en la cocina
Durante la manipulación para preparación de platos deben tenerse las siguientes precauciones: Tener cuidado al consumir huevos que presenten grietas en sus cáscaras. Limpiar los huevos antes de usarlos. Tener cuidado de que no queden restos de cáscara en la clara o yema una vez abiertos. No se debe mantener un huevo abierto fuera del refrigerador. Mantenga el huevo en sitio frío, especialmente en verano, es negativo que los huevos se guarden a más de 25 grados Celsius ya que el calor acelera su putrefacción. 


SOUFFLÉ DE ESPINACAS


Después de esta pequeña paliza sobre reglas de conservación llegamos a la parte interesante del post, la receta :) 

Para hoy os he traído una fantástica receta de souffle de espinacas, que me ha parecido muy sencilla pero a la vez apartente y resultona. También preparamos huevos rellenos con mayonesa y atún, huevos a la flamenca, tortilla de patatas y espárragos con salsa holandesa. ¡¡Todo delicioso!! Disfrutad del soufflé de espinacas y contadnos vuestras experiencias.


Ingredientes

1 cebolla pequeña
150 gr. de espinacas
75 m. de aceite de oliva
70 gr. de harina
300 ml de leche
4 huevos
Aceite para untar el molde
Sal y pimienta

Preparación:

Primero vamos a pelar y picar la cebolla. Lavamos escurrimos y picamos las espinacas. Calentamos una olla amplia con el aceite, estofamos la cebolla e incorporamos las espinacas. Las dejamos saltear durante unos minutos y salpimientamos. Se incorpora la harina, la tostamos ligeramente e incorporamos la leche caliente. Dejamos cocer unos minutos a fuego medio sin dejar de remover hasta que la mezcla espese. Se retira del fuego y dejamos atemperar. Mientras tanto precalentamos el horno a 200º. Separamos las claras de las yemas y montamos las claras a punto de nieve y con movimientos envolventes, incorporamos las yemas. Mezclamos la crema de espinacas con las claras con cuidado. Engrasamos los moldes elegidos con aceite y vertimos la preparación anterior. Lo dejamos hornear durante 30 minutos a 200º. Lo retiramos del horno y lo disfrutamos con la mejor compañia posible.

¡Feliz miércoles!









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